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10 mitos sobre el yoga

El tabú y la desinformación siempre han influido en la visión de esta disciplina.

 

 

1: Es una religión

Su relación con una religión surge, probablemente, porque es una práctica espiritual que nace en el seno del hinduismo. Al escuchar los mantras (sonidos con un poder psicológico o espiritual), algunas personas lo asocian, incluso, a una secta. Nada más lejos de eso. El yoga, puede ser tomado como un ejercicio físico o estilo de vida, pero que tiene un impacto en la vida: el ser humano se hace consciente de las necesidades del cuerpo, y reconoce que la salud mental es tan importante como la física”.

 

 

2: Solo es para mujeres

Según expertos, esta disciplina fue diseñada exclusivamente para hombres. Es hasta el siglo pasado que se le dio la oportunidad a la primera mujer de practicarla. Tras algunos años, se popularizó en el Occidente y actualmente es una práctica tanto para hombres como mujeres. Es incorrecto creer que sólo las mujeres pueden introducirse a este estilo de vida, incluso, los especialistas señalan que, tras la constancia, “los hombres aumentan su flexibilidad, que por lo general es mayor en las mujeres”.

 

 

3: No bajas de peso

Quienes se someten a regímenes de ejercicios o dietas anhelan ver un cambio en su cuerpo en tiempo récord. Creer esto solo causa mayor frustración. La paciencia y la constancia son claves en estos procesos. Lo mismo sucede con el yoga: necesitas de constancia para ver buenos resultados, pero hay algunas modalidades más dinámicas que aceleran tu metabolismo y contribuyen a bajar de peso con más facilidad, como el Bikram Yoga, Vinyasa y Ashtanga, con ellas que puedes perder más de 500 calorías. Bajar de peso depende de la práctica constante.

 

 

4: Prohibido para los dolores de espalda

El uso constante de dispositivos tecnológicos y el estrés son causas potenciales de molestias en la espalda. Algunas asanas (posturas) parecen demasiado arriesgadas para alguien que tenga una lesión, pero el yoga es tan completo que existen posiciones específicas para aliviar dolores focalizados. “De hecho, el yoga puede ayudar a liberar tensión en los discos de la columna vertebral”, señaló la especialista Karla Contreras. Las posturas puños en flexión hacia adelante, tabla contra la pared, perro boca abajo o niño son ideales para calmar la tensión de esta área.

 

 

5: Solo para flexibles

Lo única cosa que debes tener flexible para iniciarte en el yoga es la mente. Para los especialistas, la “expansión de la movilidad está muy relacionada con la apertura y la expansión mental”. No importa si tu cuerpo no es suficientemente elástico, pues uno de los objetivos principales de la disciplina es aumentar la flexibilidad y elasticidad. “Muchas posturas de yoga requieren un alto grado de flexibilidad, pero en el yoga lo importante no es la postura, es todo el camino recorrido para poder llegar a ella. Si no eres flexible el yoga es para ti”.

 

 

6: Solo es para personas delgadas

Las fotografías de personas esbeltas practicando este deporte son muy frecuentes en las revistas o noticias. Relacionar la delgadez con yoga es incongruente, sobre todo, por la filosofía que profesa este estilo de vida: fomentar la aceptación del cuerpo con sus fortalezas y debilidades,“la finalidad es encontrar el control de nuestro cuerpo y buscar aceptar y descubrir nuestra belleza interna y externa”. Bajo el precepto de que el yoga es para todo tipo de cuerpo, los especialistas invitan a sumarse a este positivo ejercicio.

 

 

7: Es para adultos

El Yoga es para todos, y para todas las edades. En la niñez, el yoga proporciona calma emocional, aumenta la flexibilidad, coordinación
la conciencia y la seguridad en uno mismo. En la etapa de la adolescencia ayuda a lidiar con las emociones, en los adultos jóvenes contribuye a manejar y contrarrestar el estrés laboral y en las mujeres mayores a lidiar con los síntomas de la menopausia. El Yoga es adaptable a cualquier edad. Se recomiendan prácticas terapéuticas y básicas para iniciar y descubrir los infinitos beneficios que proporciona esta modalidad.

 

 

8: Es aburrido y lento:

Es una idea muy errada. Cuando un practicante decide adentrarse en el trabajo corporal de asana, enseguida percibe que “su cuerpo tiene que romper la rigidez de muchas zonas y tonificar la flacidez de otras para encontrar un correcto equilibrio entre fuerza y flexibilidad”. Sí existen modalidades más apacibles, como el yoga suave o el yin yoga, pero hay prácticas que son muy dinámicas y llenas de nuevos retos. Poco a poco la persona se da cuenta que puede lograr cosas a nivel física como mental, sobre todo en aquellas posturas complejas.

 

 

9: Se necesitan muchos implementos para practicarlo:

Pretextos para iniciar una vida saludable sobran: el complicado horario del trabajo, el tráfico, la familia, el cansancio, poco espacio en la agenda personal e, incluso, no tengo ropa deportiva. Esta última excusa no vale en yoga. A diferencia de una clase de natación, de aeróbicos u otra disciplina deportiva, para practicar yoga se necesita de un equipamiento mínimo: un mat (alfombra), ropa cómoda (debe ser elástica, transpirable y suave) y, sobre todo, “un corazón abierto a recibir los beneficios de la práctica”.

 

 

10: No es un deporte

La meditación, relajación y una concentración en la respiración, inherentes al yoga, no se conciben como tradicionales ejercicios donde sudar, quemar calorías, tonificar son beneficios evidentes. El yoga visto desde una perspectiva física es sumamente retadora y exigente, pero no es un ejercicio de alto impacto lo cual lo convierte en un ejercicio seguro. Para Richard Karpel, presidente de la Alianza de Yoga en Estados Unidos, yoga “integrar la mente, el cuerpo y el espíritu. Mejorar el estado físico es un efecto secundario”.

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